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Nuestro objetivo con la creación del presente Blog CyberLibrary es instituir un ámbito de opinión y colaboración entre quienes nos dedicamos a la automatización de Centros de Información Corporativos, intercambiando opiniones y experiencias, así como planteamiento de nuevos paradigmas que beneficien a la comunidad empresarial en general y a la bibliotecológica en particular.

Los invitamos a opinar. ¡Sus enriquecedoras opiniones serán de parabienes!


lunes, 5 de septiembre de 2011

La simbiosis entre la bibliotecología y la informática

La Biblioteca del Congreso (LC) de Estados Unidos, con sede en Washington D.C. tuvo grandes dificultades para la producción y manteniendo de las clásicas de fichas de catalogación proveniente del overflow publicacional de los años '60.

Se recurrió al uso de la computación como una herramienta estratégica, factible de solucionar la manipulación de tal formidable cantidad de datos.

Pero, automatizar una biblioteca en los años '60 implicaba una enorme inversión económica y un gran compromiso social-técnico.

El entorno de trabajo

El organigrama Institucional típico de la época era de tipo “departamental independiente”, es decir, por un lado estaba “laBiblioteca y por otro lado estaba “elCentro de Cómputos (los más eruditos lo llamaban el Centro de Procesamiento de Datos), atendiendo “todas” las necesidades informáticas de tipo Corporativo (contabilidad, liquidación de sueldos y otras tareas administrativas trascendentales).

Sala de Cómputos
Por tanto, se “adicionó” a los llamados Centros de Cómputo “una tarea más”, automatizar un sector institucional que había visto sobrepasado sus capacidades innatas, por una situación muy particular, el surgimiento de gran cantidad de publicaciones –los centros de información documental estaban desbordados de trabajo.

La Biblioteca

El entorno laboral era el tradicional: luego del correspondiente “análisis documental”, los datos que permitían una correcta descripción de una unidad  documental, se mecanografiaban en fichas catalográficas –las Tarjetas de Registro Bibliográfico (TRB)–, se emitían listados, se escrituraba manualmente el Libro de Inventarios y las tirillas de ubicación física, tareas administrativas de seguimiento de compras de material y renovación de suscripciones, máquinas duplicadoras de fichas – ¡gran avance tecnológico!, la primera máquina de escribir fabricada apareció en 1880.

Los ficheros verticales y los “Sistemas de Fichas Cardex”...

La información bibliográfica  estaba regida por un escrupuloso cuerpo de normas y prácticas bibliográficas de uso generalizado, utilización de signos de puntuación de acuerdo a las Reglas de Catalogación Angloamericanas (RCAA), convenciones de alfabetización para índices y catálogos de acuerdo a las normas establecidas por la American Library Association (ALA) y un largo número de normalizaciones...

El Centro de Cómputos

El “Proceso de Cómputo” se estructuraba en un sistema mixto:

Por una parte, un “Sistema Mecanizado, el más difundido fue el Sistema Convencional de IBM (con sus máquinas perfo-verificadoras, clasificadoras, tabuladoras, etc.).

Por otra parte un “Computador, ¡sí un solo Computador! (enorme y muy caro), con sus infaltables hard disk (muy voluminosos, realmente pesados, de muy escasa capacidad de almacenamiento, muy frágiles y carísimos por cierto), nominados “platter” en inglés.

Disk-pack Digital, admite hasta tres platter de 205 Mb
Cabe recordar que el nombre “discos duros” (“hard disk” o “platter” en inglés), surge como consecuencia de que los primeros “discos” eran de aluminio recubierto de material magnético… sí de aluminio !!... removibles !!... y para su manipulación… exigía tener personal calificado !!

La unidades de almacenamiento de platters las cuales solían tener un  tamaño de entre 35 c y 40 cm de diámetro, eran conocidas con el nombre de “disk-pack” (llamadas “torteras” en Latinoamérica).

Configuración disk-pack, con varios discos duros removibles
El “Proceso de E/S” utilizaba tarjetas perforadas, por lo general tipo Hollerith (usadas a partir de 1896 con diferentes fines, incorporadas al mundo de la computación por su creador y fundador de la International Business Machines, Corp. – IBM) y carretes de Cintas Magnéticas (las Cintas de Papel Perforado en esta década ya eran obsoletas).

Las Cintas Magnéticas como medio de almacenamiento masivo eran muy eficaces, más baratas que los discos duros (HD, por su sigla en inglés), se podía volver a usar y eran “soportes informáticos” fáciles de transportar –luego serían ideales para ¡compartir datos y crear Redes de Información Bibliográfica basadas en datos digitalizados!

Unidad lectora/grabadora de cintas
Unidad de Cinta Digital con una capacidad de 50 Mb
Recién en 1973, la firma IBM desarrollaría la tecnología de discos fijos no removibles “Winchester”, revolucionando definitivamente el modo de almacenamiento de datos en discos magnéticos.

Las “terminales con despliegue visual conformadas por un teclado para introducir datos y una pantalla para su exhibición visual (display, en inglés), como elemento de E/S de datos en línea (on line, en inglés), en los años ‘60 no eran de uso generalizado.

Los “monitores de tubo”, diseñados en base al uso de Tubos de Rayos Catódicos (CRT, por su sigla en inglés) –primero monocromáticos y luego a colores (CGA, EGA, VGA y SVGA)– actualmente han dado paso a monitores con “pantalla de cristal líquido” (LCD, por su sigla en inglés).

Además, cabe recordar que… era la época del hardware y software propietario (sistema operativo, programas utilitarios y programas aplicativos) – ¡todo  propietario!

Pero, ¿propietarios de quién?, de los fabricantes de computadoras, por supuesto…

Genial, pero desde el punto vista humano, ¿cómo lograr la simbiosis entre “el mundo social” al cual pertenece la formación académica del bibliotecario y “el mundo del tecnicismo abstracto” al cual pertenece el programador de computadoras?

Mundos totalmente ajenos y extraordinariamente distantes…

Veamos…

El problema: el programador no sabe nada de bibliotecología y viceversa el bibliotecario no sabe nada de informática.

En esos años, pocas eran las personas que tenían conocimiento directo de las capacidades y limitaciones de las computadoras.

La solución: crear grupos multidisciplinarios y realizar una “lite” capacitación cruzada.

Informatización del registro bibliográfico

Los datos bibliográficos debían originalmente consignarse de alguna forma y luego verificarse la exactitud de los mismos, para posteriormente ser sometidos a un proceso mayor.

La "captura de datos bibliográficos" de entrada se registró inicialmente en “documentos fuente” de papel para  luego ser “digitalizada” en "fichas tipo Hollerith".

Fue una “solución de compromiso” de implementación (o implantación como se dice en España).

Actualmente se captura directamente en forma legible por el computador sin necesidad de recurrir al papel, pero, oportunamente lo expondremos…

Como “nexo operativo” entre la Biblioteca y el Centro de Cómputos se recurrió nada más ni nada menos que al ¡papel!

Se diseño en papel una “Hoja de Trabajo Bibliográfico (HTB), las Bibliographical Worksheets en inglés, como “fuente de datos de tipo documental” para el “proceso informático”.

En las HTB, personal técnico de la Biblioteca consignaba los datos pertenecientes a una unidad documental de acuerdo a requerimientos y normas bibliográficas.

Las HTB podían o no incluir los datos administrativos, se podía catalogar por niveles como se decidió al crear el formato  MARC (siguiendo la corriente de la LC) ó por segmentos como se hizo en los años '80 con el formato CEPAL (siguiendo la corriente UNISIST:1976  de UNESCO).

Una vez concluido el análisis documental, la Biblioteca remitía la HTB al Centro de Cómputos para su posterior proceso informático.

Se creaban las HTB sin perjuicio de la correspondiente confección de las TRB, las que además de cumplir su función tradicional, oficiaban de “respaldo” ante una eventual pérdida de datos.

Cada uno trabajando por separado en su especialidad académica y en forma conjunta logrando el resultado deseado – ¡Automatizar la Biblioteca!

Solución realmente fácil y muy efectiva, ¿verdad?

Oportunamente profundizaremos y llegaremos al análisis de las denominadas Hojas de Descripción Bibliográfica (HDB) y Hojas de Análisis de Contenido (HAC), al registro de referencias (véase y véase además), y al tratamiento informático de las copias o duplicados.

Sigamos…

En esta primera etapa, la base metodológica para “informatizar el registro bibliográfico” desde le punto de vista computacional, era así:

1. Todos los datos documentales de un Acervo Bibliográfico se almacenarían en archivos (files en inglés, archivos en español Latinoamérica, ficheros en español España, como se los quiera calificar), única estructura informática válida para almacenar datos en forma digital, formando una colección de archivos que representarían el contenido del Acervo de la Biblioteca objeto de automatización.

2. Todos datos documentales de una obra se almacenarían en un único registro (record en inglés), formando una colección de registros que representarían el contenido del Acervo Bibliográfico.

3. Los datos documentales considerados individualmente (título, autor, pie de imprenta, etc.) se almacenarían en Campos (fields, en inglés), formando una colección de datos que representarían el resultado del análisis documental llevado a cabo por el técnico bibliotecario.

Lo antes visto, corresponde a la “concepción básica de cómo informatizar el registro bibliográfico”.

Luego vendrían las discusiones filosófico-informáticas referentes a si almacenar todo el material bibliográfico (monografías, publicaciones periódicas y material especial) en un solo archivo integrado (Mater File, en inglés) ó en archivos separados.

Discusiones sobre la estructura interna de los registros, nombre, tipo de longitud (fija o variable), tipo de acceso, etc.

Discusiones vinculadas a cuál sería tratamiento a dar a las “copias o duplicados”, al “cutter”, al “et al…” cuando hay más de tres autores, cómo crear “números autogenerador” para las publicaciones periódicas, cómo generar catálogos colectivos, si es o no conveniente incluir signos de puntuación en los registros ó generarlos por programa, lo que actualmente se conoce en el “ambiente ISIS” como “Lenguaje de Formateo”, etc...

Dando a luz, luego de intensas discusiones teórico- prácticas: “el gran invento” de los “campos repetibles y la técnica de “subcampos con sus correspondientes “separadores”, el “%” para los campos repetibles, los “$a $b $c” del formato MARC y los “^a ^b ^c” del formato CEPAL como delimitadores de subcampos, etc., etc., etc.

Interrelación Biblioteca – Centro de Cómputos

De este modo, “El Proceso de E/S” se desarrollaba de la siguiente forma.

Entrada…

Las HTB eran entregadas a los “operadores del sistema”, únicos autorizados a acceder “al” computador.

Personal debidamente entrenado “perforaba y verificaba” en fichas tipo Hollerith, los datos de las HTB.

Las fichas perforadas pasaban por un proceso de “mecanización”, como ser clasificación, tabulación, ordenación y demás procesos.

Luego, si todo estaba bien (lo que no era nada fácil), las fichas eran procesadas en “el” computador (computador en español Latinoamérica, ordenador en el español España, como se lo quiera calificar) “por lotes”, en base a los programas desarrollados por los “programadores”.

Salida…

El resultado era almacenado por lo general en carretes de Cintas Magnéticas (creándose las famosas “Cintotecas”), en fichas perforadas ó en listados plegables (las famosas “Hojas Fanfold”).

Informatización del Registro Bibliográfico
Así pues,… las Bibliotecas recibían los resultados en “listados”, para ser “revisados visualmente”.

Si el resultado no era el esperado, una vez efectuadas las correspondientes correcciones en la HTB y,… ¡nuevamente! empezar el procedimiento.

Arduo trabajo por tratarse de datos textuales, la única forma de corrección era hacerlo visualmente ¡una y otra vez!, ya que no existían programas de corrección ortográfica, de control de calidad, etc.

A los errores y horrores ortográficos había que agregarles los generados por sus homólogos computacionales, que también contribuían (y en buena media) al caos inicial.

Así fue como, finamente, el registro bibliográfico logró ser informatizado.

Mucho entusiasmo, sí, pero… no a todas las personas le gustan los temas computacionales (¡por suerte!), bibliotecarios incluidos.

Y, en la práctica surge como subproducto: la archiconocida “resistencia al cambio”…

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Autor: Lic. Luis Urdampilleta


2 comentarios:

  1. Muchas gracias! Muy interesante el tema. Me quede con deseos de seguir leyendo mas sobre este tema, sobre el registro bibliográfico informatizado. Muchas gracias y muchos éxitos!

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  2. Muchas gracias María Cruz por tus palabras de aliento. Te comento que estoy por hacer otra entrega en la cual continúo analizando la evolución de la automatización del registro bibliográfico y de los cambios que este nuevo paradigma han requerido al bibliotecario/a, tanto a nivel de rol como de sus nuevas necesidades polifuncionales. Un fuerte abrazo!

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